Por: Teología sana.
Lo que estaba a punto de suceder en Jerusalén y en el templo [en el año 70] iba a ser horrible, no solo por la destrucción causada por el imperio romano, sino por lo que ese evento significaría para los israelitas como nación escogida.
Por eso es que Cristo dice, “Jamás va a ocurrir nada semejante” porque ya Israel dejó de ser la nación escogida de Dios. ¡Eso no va a pasar otra vez!
La destrucción de Jerusalén y del templo era la señal visible de que Dios los había desechado como pueblo suyo para siempre.
La viña les será quitada.
Los labradores serán destruidos.
Y Dios dará la viña a otros –a la iglesia- que van a producir los frutos de ella.
Y ahora cuando los judíos se convierten, vienen a ser parte de la iglesia.
Nosotros no somos parte del Israel del Antiguo Testamento. Nosotros somos el “nuevo Israel” de Dios.
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Me gustaría mucho que este pastor, diera las citas bíblicas, para confirmar sus comentarios. Gracias!
Pastor, entonces explíqueme con quién va a cumplir Dios las profecías que faltan, si Israel ya no es Su pueblo. Es cierto, a viña fue dada a la Iglesia, los creyentes hemos sido injertados en las ramas que son el pueblo de Israel – Romanos 11:17-36. Con respecto a la destrucción del templo en el año 70, ciertamente marca un alejamiento de Dios, pero no abandonarlos, yo creo que las promesas de Dios y los pactos para con Israel son eternos, no han caducado, porque Dios mismo dice que Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Saludos.