La declaración de Ligonier sobre cristología (+ PDF GRATIS)

Por: R. C. Sproul

Como cristianos, llevamos el nombre de Cristo. Él es nuestra identidad. Estamos en última instancia definidos, no por nuestros talentos y trasfondo, tan importante como estos pueden ser, sino por el hecho de que estamos en Cristo por la fe. La persona y obra de nuestro Salvador establece el alcance completo de nuestra salvación. Él es la torre fuerte en la que recibimos refugio de la ira de Dios, y quien restaurará todas las cosas bajo el reino de nuestro Creador.

Desde el comienzo de la iglesia cristiana, los cristianos han confesado una relación inseparable entre quién es Cristo y lo que Cristo hace. Quién es informa nuestra comprensión de Su obra, y lo que hace arroja luz sobre nuestra comprensión de Su persona. Consecuentemente, cualquier ataque a la comprensión de la iglesia de la persona o al trabajo de Cristo afecta a la comprensión de la iglesia de toda la identidad de Cristo. Cada controversia relacionada con nuestra salvación y lo que significa estar en Cristo nos lleva cara a cara con nuestra comprensión de esta identidad, ya que nuestra comprensión de Su persona y Su obra va a determinar todo el alcance de nuestra teología y práctica. Esta teología afecta profundamente nuestras vidas, puesto que concierne nuestra esperanza misma de salvación.

Creo que esta afirmación es uno de los recursos más importantes que Ministerios Ligonier ha producido. Fue creado mediante planificación, colaboración y comunicación con numerosos estudiosos y pastores. Sobre la base de las grandes confesiones de fe, ofrecemos la Declaración Ligonier sobre Cristología para la iglesia, partiendo de un deseo de ayudar a la gente a recuperar claridad con respecto a la persona y obra de Cristo. Queríamos ofrecer una declaración que puede ayudar a la iglesia en la aplicación de las verdades clásicas del cristianismo bíblico ortodoxo a los desafíos de nuestro tiempo.

Abunda la confusión en cuanto a la doctrina de Cristo, tanto en Occidente como en todo el mundo. A medida que la iglesia sigue creciendo, es imperativo que a los cristianos se les enseñe las verdades de la Escritura tal como se resume en documentos tales como el Credo de Nicea, la definición de Calcedonia, y las confesiones de la Reforma. Tales confesiones establecen directrices para ayudar a la iglesia a desarrollar una teología bíblica y más consistente. Creemos que la Declaración Ligonier sobre Cristología es una herramienta que puede utilizarse para renovar la comprensión de la iglesia de su posición cristológica histórica. Necesitamos conocer nuestra identidad. También se puede utilizar como punto de reunión en torno al cual los cristianos de diferentes iglesias pueden unirse en evangelismo y discipulado. Nuestro objetivo no es sustituir ninguna de las confesiones históricas, sino el de reunir sus puntos de vista cristológicos en una forma útil y resumida para que los cristianos puedan saber lo que la iglesia ha enseñado históricamente. Esa enseñanza tiene relevancia continua en nuestra propia era a medida que buscamos seguir al Jesús de las Escrituras.

Nuestro objetivo es distribuir esta declaración en todo el mundo. De hecho, ya ha sido traducida a numerosos idiomas, incluido el árabe. Te invitamos a leer la declaración por ti mismo y compartirlo con tus líderes de la iglesia y con los demás. Puedes obtener más información en ChristologyStatement.com.

Publicado originalmente en The Gospel Coalition.

LA DECLARACIÓN LIGONIER:

Confesamos el misterio y el asombro de Dios hecho carne, y nos gozamos en nuestra gran salvación mediante Jesucristo nuestro Señor.

Con el Padre y el Espíritu Santo, el Hijo creó todas las cosas, sustenta todas las cosas, y hace todas las cosas nuevas. Verdaderamente Dios, se hizo verdaderamente hombre, dos naturalezas en una persona.

Nació de la Virgen María y vivió entre nosotros. Crucificado, muerto y sepultado, se levantó al tercer día, ascendió al cielo, y vendrá de nuevo en gloria y juicio.

Por nosotros, Él cumplió la Ley, expió el pecado, y satisfizo la ira de Dios. Tomó nuestros trapos de inmundicia y nos vistió con sus prendas de justicia.

Él es nuestro Profeta, Sacerdote y Rey, quien edifica su iglesia, intercede por nosotros, y reina sobre todo.

Jesucristo es Señor; adoramos su santo Nombre por siempre.

Amén.

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