Si miles de satanistas se salen con la suya, la capital del estado de Arkansas pronto albergará a su ídolo místico, una cabra alada, no lejos de un monumento existente de tres toneladas dedicado a los Diez Mandamientos.
En Minnesota, han presentado una demanda para erigir una estatua que llaman «abiertamente satánica, pero con buen gusto». En Arizona quieren bendecir una reunión del Concejo Municipal, como dicen que los teístas lo han hecho durante años.
En todo el país, el Templo Satánico , una iglesia atea reconocida por el IRS con unos 300 mil devotos, está librando una batalla legal argumentando la libertad religiosa
Lucien Greaves, quien cofundó la iglesia en 2013, dice que espera que las demandas amplíen la igualdad religiosa y la libertad de expresión de una manera que beneficie a todos los estadounidenses, ya sea que aprueben su fe o no.
“La gente se ríe cuando nos ve luchando para colocar un monumento satánico en los mismos terrenos que los Diez Mandamientos, pero si tenemos éxito o fracasamos no es de menor importancia”, comentó Greaves, de 45 años, en una entrevista.
El Templo Satánico es un grupo religioso que no cree en la existencia de Dios y honra al Satanás descrito en la biblia cristiana; mientras que la estatua que intentan colocar es un Baphomet que es una combinación entre un humano y una cabra.
Con información de El Financiero.
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