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Por: Paul Washer

Con frecuencia se hace la pregunta, “¿cuáles son los límites de la soberanía de Dios?” “¿Hay alguna criatura o actividad que no esté bajo su gobierno?” La respuesta de las Escrituras es clara: Todo ser viviente, toda cosa creada y todos los eventos de la historia están bajo el gobierno soberano de Dios.

Él reina sobre todas las cosas y nadie, incluyendo al hombre, está fuera de los límites de su gobierno. Como creador y sustentador, Él tiene el derecho  exclusivo e indiscutible de gobernar sobre todos los reinos y sobre todas las criaturas según su voluntad y su beneplácito.

Todo lo que desea, lo hace y no hay ningún poder en los cielos, ni en la tierra ni en el infierno que pueda alterar o estorbar lo que Él ha determinado.

Fragmentos extraídos del Libro “Conociendo al Dios vivo” pág. 200


5 comentarios en «La extensión de la soberanía de Dios – Paul Washer»
  1. Gracias le damos al Señor Jesucristo que nos enseña a través de hombres temerosos que nos animan a seguír y nos recuerdan a través de su palabra que Dios es Soberano y que está al control de todos nos alegramos y seguimos adelanté en medio del dolor por la corrupción de este mundo Dios les bendiga

  2. Aleluya!! 1 Timoteo 6:13_16. ¿Quien como Dios, quien como Él ? Ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra. Todo fue creado por Él y para Él. Todo está bajo su total dominio y control. » Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado;……. Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿Y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quien la hará retroceder? Isaías 14:24,27. Él es el incomparable Dios de Israel. Isaías 40. Nos ama con amor eterno, nos anhela y quiere tener comunión y deleite con sus hijos redimidos por la sangre de Jesucristo. Apocalipsis 5:6_10. Bendiciones.

  3. Hola buenos días, tengo la necesidad de que por favor me enseñen sobre el alma del hombre.
    Su tamaño, su color, su resistencia, su capacidad de almacenar; tanto el pecado con la llenura de Espíritu Santo.

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