Por: J. C. Ryle.
¿Quién entre los lectores de este libro desea saber si es hijo de Dios? Pregúntate, hoy mismo, si te has arrepentido y crees. Mira si estás en relación de experiencia personal con Cristo, y te has unido a Él de corazón. Si no, puedes estar seguro que no eres hijo de Dios. No has nacido de nuevo todavía. Estás todavía en tus pecados. Dios es tu Padre por Creación, pero no es un Padre con el que te hayas reconciliado y te haya perdonado. No importa que la Iglesia y el mundo digan lo contrario, aunque todos los ministros del Evangelio se pusieron de acuerdo en afirmarlo, tu filiación es sin valor a la vista de Dios. Que Dios sea verdadero y todo hombre mentiroso. Sin fe en Cristo no se es hijo de Dios, no se ha nacido de nuevo.
¿Cuál de los lectores de este libro desea llegar a ser hijo de Dios? Que esta persona reconozca su pecado y acuda a Cristo para su salvación y en este día será colocado entre los hijos. Solo reconociendo tu iniquidad, y aceptando la mano que Jesús te tiende, podrán ser tuyos la filiación y todos sus privilegios. Solo confesando tus pecados y presentándolos a Cristo, pues Dios es fiel y justo para perdonarnos los pecados y limpiarnos de toda iniquidad. Hoy mismo las cosas viejas pasarán, y todas serán hechas nuevas. Hoy mismo serás perdonado, aceptado entre los amados. Hoy mismo recibirás un nombre nuevo desde el cielo. Al abrir este libro eras hijo de ira; podrás acostarte siendo hijo de Dios. Si tu deseo de filiación es sincero, estás contrito por tus pecados, hay consuelo para ti. Es prometido en las Escrituras, aunque lo hayas rechazado hasta ahora. No hay barreras entre ti y Dios. Puedo decirte: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, y serás un hijo. Hoy mismo.
Tomado del folleto “La Cruz de Cristo” de J. C. Ryle